La experiencia de estos años confirmada, en especial, en el periodo de COVID-19, nos ha enseñado que nuestro sistema autonómico necesita una reforma que garantice una gobernanza eficaz a través de una profundización federal, en la línea de los sistemas federales más solventes. Un federalismo cooperativo y solidario, fundamentado en la lealtad institucional y en la unidad ante los grandes retos que tenemos como país. El federalismo que defendemos es, en consecuencia, contrario a cualquier tendencia disgregadora o centralizadora que solo conduciría a la desigualdad y al conflicto.